“NO TENEMOS QUIÉN NOS REPRESENTE”: FUERTE DESCARGO DE UNA BOLIVARENSE POR LA AUDITORÍA DE LA A.N.DIS.

Este lunes, Haydeé Schmidt, vecina de Bolívar pensionada por discapacidad, concurrió a la auditoría médica requerida por la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) para sostener –o eventualmente dar de baja– su pensión no contributiva. Tras lo vivido, se comunicó con Qué Pasa para hacer público su testimonio: “Esto no es por la plata. Es por la indignación. A mí no me pueden diagnosticar una quebradura de cadera si en mi vida me quebré ni un dedo”.
La cita médica estaba programada para las 19 horas. Schmidt se presentó con toda la documentación que acredita su discapacidad, producto de una serie de cirugías desde los seis meses de vida y un complejo cuadro que incluye una fijación de cadera, una planchuela de 30 centímetros con quince tornillos, y un tumor blando en la pierna que podría derivar en amputación si comprometiera vasos sanguíneos. “Tengo toda la historia clínica, resonancias, certificados. No me revisaron. El médico miró un par de papeles y me dijo que no entendía la letra. No me aceptó el certificado de discapacidad”.
Según relató, el profesional que la atendió “no fue amable” y su atención “fue superficial”. “No había gente esperando, estaba vacío. Pero te hacen entrar y salir sin revisarte. No se fijó en nada. Cuando le comenté del tumor, me dijo ‘eso no va, la pensión es por una sola patología’. Pero mi certificado vigente hasta 2027 incluye tanto la cadera como el tumor. El primer certificado me lo hizo un fisiatra de La Plata, que me revisó en detalle. Ahora ni siquiera miraron las placas”, aseguró.
Más allá de lo técnico, Haydeé expresó su desconcierto e impotencia: “Nadie sabe bien para qué es esta auditoría. Fui a todas partes y nadie me supo decir. Ni en PAMI, ni en la Oficina de Discapacidad, ni en Desarrollo Social. Nadie. Llamé, mandé correos, pregunté. Nada. Me siento sola”.
Actualmente, su situación es incierta. No tiene confirmación de si podrá conservar su pensión y no le asignaron una nueva cita ni recibió un informe con claridad sobre los pasos a seguir. “La decisión la va a tomar alguien en Nación que no me vio. Y eso es tremendo. Estoy de acuerdo con que se hagan auditorías. Totalmente. Pero que se hagan bien, que revisen a la gente, que no te diagnostiquen cosas que no tenés. Porque yo hablo, pero hay muchos que no pueden defenderse y también salieron de ahí sin saber qué va a pasar”.
Su descargo no termina en el consultorio. Durante la conversación, Haydeé apuntó también al rol de la dirigencia política: “Desde que empezó esto, fue todo desprolijo. Me llegó una carta con una dirección que no existía. Y nadie, ningún político local, fue capaz de ir a Nación, tocar una puerta, presentar un escrito, preguntar en serio qué está pasando. Se gastan tanques de nafta para buscar votos, pero no para defendernos. No tenemos políticos que nos representen. Esa es la verdad”.
Haydeé cerró con una reflexión que resume su reclamo: “Esto no es bandera política de nadie. Es humanidad. Yo no estoy peleando por 200 mil pesos”.