HABLEMOS DE SUICIDIO: UNA MIRADA COMUNITARIA DE CUIDADO Y PARA ESTAR ATENTOS

No es una frase hecha esa de “acá nos conocemos todos”, quizás sea exagerada, pero tiene un alto componente de verdad. En comunidades como la nuestra, las relaciones sociales son múltiples y conocemos muchísima gente, permanentemente. Quizás sea por eso que el impacto que tiene cualquier caso de suicidio en ciudades como Bolívar es inimaginable.

En los últimos meses tuvimos algunos casos que golpearon muy fuerte en la comunidad, por ser personas jóvenes, muy queridas. Pero el suicidio no distingue edades, condiciones sociales o culturales, sexos, ni entornos. Por eso, intentando no hacer apología alguna sobre el tema, buscamos interiorizarnos sobre cómo ayudar y, principalmente, cómo identificar a una persona potencialmente suicida.

Conversamos con las licenciadas Evelina Irupé Moriones y Mariana Romano, quienes junto a la Lic. Andrea Delorenzi, la enfermera Bety Soria, la psicóloga social Carmen Laburdete y los operadores comunitarios Abril Martin y Marcelo Zamora, conforman en Bolívar el CPA, entidad dependiente del Ministerio de Salud de Provincia, a través de la Subsecretaria de Salud Mental, quienes permanentemente abordan estos temas, como así también los relacionados a consumos problemáticos y violencias.

¿Cómo podríamos definir la problemática del suicidio?

El suicidio es una problemática de salud que es muy compleja, y que se encuentra deteminada por múltiples factores que no pueden reducirse únicamente a una causa. En general suele vincularse al suicidio o al intento de suicidio a factores psicopatológicos, pero también influyen (con diversos niveles de importancia en cada situación concreta) otros factores vinculados a problemáticas sociales, económicas, religiosas, ambientales, etc. Esta característica multicausal y compleja de los suicidios, nos permite alejarnos de las consideraciones que lo plantean como un problema individual y privado; y nos coloca en la responsabilidad de construir modos de respuesta que intenten abarcar su complejidad; desde lo sanitario, lo político, lo social y también lo comunitario.

¿Cuál es el rol de la comunidad y el entorno afectivo en la prevención y detección de la problemática del suicidio?

En primer lugar es importante señalar que los suicidios provocan un gran impacto emocional, que movilizan al entorno vincular y comunitario, nos generan preguntas, nos dejan marcas.

Si bien no es posible definir un único modo de intervención frente a una problemática tan compleja, ni tampoco debemos pensarlo en términos individuales como ya nombramos; estamos seguras de que la presencia, la escucha activa, el acompañamiento, la valoración del padecimiento y del sentir de cualquier persona, marca una gran diferencia.

Asimismo, es fundamental mencionar el rol del Estado y de las políticas públicas en el cuidado y garantía de nuestros derechos fundamentales. Poder contar con un  sistema de salud pública que llegue a tiempo, que esté presente en el territorio, que garantice la accesibilidad, desde una visión integral que involucre la complejidad de forma intersectorial e interdisciplinaria; también hace la diferencia. El Estado a través de sus instituciones debe ser garantía de que esto suceda para poder prevenir y trabajar en cualquier problemática de salud de nuestra población.

Hay muchos mitos y tabúes en relación a esta problemática, ¿Qué pueden decir de esto?

Si, sobre la problemática del suicidio existen muchos mitos sobre los que es necesario reflexionar.

No necesariamente quien intenta suicidarse es alguien que no desea vivir; sino que transita un sufrimiento tan intenso que le resulta insostenible. Las manifestaciones de angustia y los tan nombrados “llamados de atención” no deben ser interpretados como actitudes caprichosas o manipuladoras, sino por el contrario, deben entenderse como un mensaje que se espera que se escuche sobre el padecer de la persona.  Es frecuente escuchar en ciudades como la nuestra, ideas asociadas a la valentía o la cobardía, relacionadas a la incapacidad de resolver conflictos (perdida de trabajo, separaciones, enfermedades, etc) y otras tantas formas de estigmatizar a las personas que se han quitado la vida.

Otro aspecto sobre el que nos interesa reflexionar es sobre la necesidad de hablar de esta problemática. Sucede que al ser tan compleja e incomprendida, muchas veces se esconde por miedo de estimularla o alentarla. Muy por el contrario, hablar, ofrecer información y un diálogo respetuoso; genera condiciones de cuidado, prevención y alojamiento de malestares que de otro modo quedarían encubiertos. Aquí es trascendental el rol de los medios de comunicación, ya que el tratamiento adecuado de la problemática resulta una gran estrategia preventiva para toda la comunidad.

¿En qué puede ayudar el CPA u otros organismos públicos?

Nuestro CPA (Centro Provincial de Atención) cuenta con un equipo interdisciplinario (psicólogas, trabajadora social, psicóloga social, enfermera y operadores comunitarios) que aborda la salud mental integralmente mediante distintas estrategias de atención, promoción y prevención. Desde nuestro equipo comprendemos cada situación desde la singularidad, construyendo estrategias de acompañamiento flexibles y adaptadas a cada persona y su contexto.

Comprendemos que quienes atraviesan situaciones dolorosas pueden resignificar su malestar y encontrar diferentes modos de transitarlo, si cuentan con apoyos profesionales serios, sensibles y respetuosos, con redes comunitarias, con presencia activa del entorno afectivo, entre otras dimensiones particulares de cada territorio. 

En nuestra localidad, existen diferentes instituciones y referentes del campo de la salud mental donde las personas pueden acudir. En nuestro caso somos un centro de atención que funciona de lunes a viernes de 8 a 16hs, con abordaje ambulatorio mediante turnos programados o también consultas espontáneas.

¿Existe la posibilidad de intervenir o acompañar, post suicidio, a familiares o seres queridos de la persona fallecida?

Así como en las estrategias de intervención consideramos la asistencia y la prevención, en los casos de suicidio consumado, el abordaje también considera fundamental el trabajo sobre la posvención.

Desde nuestro Centro contamos con la posibilidad de construir dispositivos que tengan en cuenta la contención, acompañamiento en la elaboración de los tiempos de duelo de los familiares y allegados, parejas, amigos/as, compañeros/as de colegio, etc. Las estrategias de posvención contribuyen tanto para la elaboración y simbolización del duelo, como a la reducción de los efectos de esta experiencia dolorosa. Si bien están dirigidas especialmente al entorno primario de la persona, es muy importante considerar la implementación de estas acciones en el entorno barrial y comunitario, así como los ámbitos institucionales laborales, educativos y sociales.

Desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires tenemos un lema que advierte que la Salud Mental la construimos con más derechos y más comunidad; esto nos lleva a una reflexión en torno al contexto socio económico y su impacto en la salud mental de las personas. El aumento de la desigualdad, la inequidad y la pérdida de oportunidades, especialmente en las juventudes; genera un contexto propicio para el malestar y padecimiento, que solo es posible de enfrentar con la construcción de sociedades más justas y respetuosas de los derechos humanos en general.

El CPA funciona de lunes a viernes de 8 a 16hs. Actualmente, en Bolívar, está en Tierra del fuego 270, Barrio Vivanco (en el primer piso de El Gigante Azul).

Pueden acercarse o contactarse por:
Celular 2314574252
Fijo 425393
Instagram @cpabolivar
Facebook “CPA Bolívar”

En Urdampilleta cuentan con una extensión territorial los días viernes de 8 a 12 horas en el CAPS.

También las personas pueden comunicarse al 0800-222-5462 de 08 a 00 horas.

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