EN SU DÍA, LA ENFERMERÍA… CONTADA POR ENFERMERAS BOLIVARENSES

El 21 de Noviembre se celebra en nuestro país el “Día de la Enfermería” dado que en el año 1935 se funda la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería. Por ese motivo, QUÉ PASA EN BOLÍVAR entrevistó a Mónica Piñel, Natalia Brito y Marcela Méndez, tres enfermeras bolivarenses que, además de tener años de experiencia en la profesión, hoy la transmiten a las nuevas generaciones, haciendo docencia en la Tecnicatura Superior en Enfermería, que se dicta en la ciudad.

Enfermería, es un montón”, dice Natalia, y agrega que es una profesión que se ha desarrollado muchísimo a lo largo del tiempo, pese a que todavía haya gente que crea que es sólo poner inyecciones y tomar la presión. A lo largo de los años, los profesionales de la enfermería han ido capacitándose, adquiriendo conocimientos y, también, tomando mayores responsabilidades.

“Antes eran tareas operativas, hoy uno tiene un conocimiento de por qué hace lo que hace y el enfermero tiene la posibilidad de hacer tareas de manera independiente, que no necesariamente el médico las debe indicar y hasta puede hacer diagnósticos de enfermería”, detalla Marcela.

Hay un empoderamiento de la enfermería, el hecho de estudiar y crecer nos da la posibilidad de tener más conocimiento científico, entonces cuando vamos a implementar nuestra labor, ya sea hospitalaria o comunitaria, ya nosotras traemos nuestras propias herramientas, más allá de que obviamente trabajemos en equipo con médicos, trabajadoras sociales, etc”, opina Mónica.

Los años de profesión les han permitido vivir experiencias de todo tipo, de las mejores a las peores, y más allá de la coraza que indefectible y necesariamente la experiencia va forjando, a veces cuesta dejar las situaciones laborales apenas se atraviesa la puerta hacia afuera. Dos de las tres cuentan que hacen terapia, que eso las ayuda a sobrellevar el stress propio de una profesión difícil y de un sistema que suele no ser todo lo ágil que se necesita.

La pandemia les dio un gran reconocimiento de la gente, que hasta hoy les agradece su trabajo, pero, pese a todo el “marketing” que tuvo la enfermería en esos tiempos, en que había horarios para aplaudirlos y los políticos hacían fila para agradecer tamaña labor, el reconocimiento económico sigue sin llegar. “A nivel modelo de salud, todavía tenemos el modelo médico-hegemónico, en donde el médico es la figura central, pero el sistema no funciona sin médicos, como no funciona sin enfermeras, sin mucamas, sin administrativos, todo es un equipo, y en cuestiones económicas hay muchísimas diferencias”, sostienen.

De todos modos, lejos de victimizarse, defienden a rajatablas la profesión y se enorgullecen de que mucha gente decida hacer la Tecnicatura, que no es para nada simple, ya que apenas egresa entre el 10 y el 20 por ciento de los estudiantes que ingresan.

Hoy tienen su día, como cada 21 de noviembre. El reconocimiento, en cambio, lo merecen a diario, porque sólo hay una forma de trabajar en enfermería, con un compromiso y una responsabilidad que no distingue fechas ni momentos especiales.

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