EL CLUB TALLERES CELEBRÓ SU 92º ANIVERSARIO CON HOMENAJES, RECUERDOS Y PROYECTOS
Con un emotivo acto en su salón de avenida Fabrés García, el Club Talleres celebró el viernes 13 de junio su 92º aniversario. La actividad reunió a más de un centenar de personas y estuvo marcada por un espíritu de recuerdos, emoción y expectativas por una institución que luce renovada y rejuvenecida.
La Comisión Directiva, encabezada por Franco Rojas, lleva menos de un año al frente de la institución y eligió esta fecha significativa, la de su fundación allá por 1933, para reconocer a ex deportistas y colaboradores que han sido parte de la historia del club. Durante el evento se entregaron diplomas y se destacó especialmente la presencia de familiares, amigos y vecinos.
Uno de los momentos más sentidos fue el descubrimiento de una placa en el ingreso al salón principal, en recuerdo de Carlos Vásquez y su esposa Raquel Patrocinio. Fundador y figura clave en la historia del club, Vásquez había expresado su deseo de que las cenizas de ambos descansaran en el club, algo que su familia se encargó de cumplimentar.
Las actividades comenzaron con el izamiento de la bandera nacional en la plazoleta de ingreso y la entonación del Himno Nacional Argentino. A lo largo de la noche, Lorena Palacios estuvo a cargo de la locución, guiando un acto que contó con la presencia del intendente Marcos Pisano, integrantes del Departamento Ejecutivo Municipal y el senador Eduardo “Bali” Bucca. Las autoridades de Talleres agradecieron especialmente el acompañamiento institucional recibido en este tiempo de reconstrucción.
Franco Rojas, presidente de la entidad, compartió un repaso por los avances logrados: renovación del mobiliario, mejoras en el salón, pintura, trabajos en el campo de juego y reorganización institucional. También adelantó que uno de los grandes desafíos será gestionar la incorporación del club al Torneo del Fútbol Rural Recreativo en su edición 2026.
El cierre fue con un lunch preparado por integrantes de la Comisión Directiva, el tradicional corte de torta y una atmósfera marcada por el afecto a una institución tan constitutiva del sentir bolivarense. Entre recuerdos de épocas doradas y el impulso de una nueva etapa, Talleres dejó claro que sigue siendo un punto de encuentro y pertenencia para la ciudad.
