DÍAS DE INCERTIDUMBRE EN INTA: ¿QUÉ PASARÁ EN LA AGENCIA BOLÍVAR?

El pasado miércoles, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció un plan de modernización del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, que incluye la venta de edificios y tierras sub utilizadas, según la óptica del gobierno, como así también la baja de los 227 ingresos registrados el año pasado durante la gestión anterior. “Se terminó el uso de los organismos públicos como máquinas para financiar el despilfarro de la vieja política”, afirmó.

Durante su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, Adorni sostuvo que “el INTA es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino cuyos objetivos fueron desvirtuados por la gestión anterior” con temas como “las cuestiones de género, los falsos mapuches y la agricultura familiar”, además de sumar “el 50 por ciento de sus 6.852 empleados durante los gobiernos de Cristina Fernández entre 2007 y 2015”.

Al describir el diagnóstico de situación del organismo, el Vocero también mencionó que “de los 250 millones de dólares al año que recibe el INTA, el 90 por ciento se usa para pagar sueldos” mientras que “la participación privada en las investigaciones es inferior al 10 por ciento y el objetivo es que esta cifra aumente al 30 por ciento en 2027”. Precisó, además, que “de las 116.000 hectáreas que tiene el INTA entre todos sus predios y propiedades, solo 45.000 de ellas se usan para experimentación con fines comerciales y productivos”.

Entre los inmuebles que serán vendidos como parte del plan de modernización del Gobierno, se encuentra el ubicado en Avenida Cerviño y Ortiz de Campo, en Palermo, un edificio “valuado en 6 millones de dólares, como precio base, y cuenta con más de 3.100 m2 de superficie cubierta para apenas 140 empleados”, detalló Adorni y aclaró que “lo recaudado por la venta quedará en manos del propio INTA y será destinado a financiar lo que debe financiar el INTA que son investigaciones”. Asimismo “se va a poner a disposición el predio del ente estatal en Cerrillos, en la provincia de Salta”.

LOS PRIMEROS ACUERDOS Y NEGOCIACIONES

El acuerdo alcanzado este viernes llegó tras una extensa reunión de doce horas, convocada el jueves. Durante la sesión, el Consejo Directivo del INTA aprobó la venta de dos propiedades, aunque no dio luz verde al plan de despidos. Frente a la negativa del Gobierno, que dejó la negociación en manos de Juan Pazo, secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía, y sin disposición a ceder en ese punto, los representantes del Consejo Directivo abandonaron la reunión.

Pasada la medianoche, se convocó nuevamente a una sesión para la mañana del viernes. Finalmente, se aprobó la venta del edificio ubicado en Cerviño 3100, en Barrio Norte, tasado en más de seis millones de dólares, que será subastado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). También se acordó la cesión de las 40 hectáreas en Cerrillos. Sin embargo, se abrió la negociación sobre la “adecuación” de los 227 empleados que enfrentan despidos bajo la dirección de Adorni. Para los trabajadores, el término “adecuación” podría ocultar la continuidad de planes de retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y otras estrategias de reducción de personal.

El “plan de modernización” anunciado por Adorni el miércoles fue presentado por el nuevo presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, un productor agropecuario del sudeste bonaerense y exdirector Nacional de Agricultura. Bronzovich, designado por Javier Milei mediante el Decreto 988/24 tras la salida de Juan Cruz Molina Harfford, es miembro de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y de la Sociedad Rural de Balcarce.

Además de la presidencia y la vicepresidencia, en manos de María Beatriz Giraudo, el Consejo Directivo del INTA está compuesto por dos representantes de universidades nacionales y uno por cada entidad de la Mesa de Enlace: Aacrea, Coninagro, CRA, Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural. Los únicos en oponerse al acuerdo del viernes fueron el representante de la Facultad de Veterinaria de la UBA y Pablo Pailolle, de la FAA y miembro de la Mesa Agroalimentaria Argentina.

¿QUÉ PODRÍA PASAR EN EL INTA BOLÍVAR?

Si bien ante la consulta de QUÉ PASA EN BOLÍVAR a los integrantes de la Agencia local de INTA, coincidieron en que no saben qué impacto podrían tener estas decisiones tomadas a nivel nacional en delegación que tiene sede en Olascoaga 70, el optimismo pasa por confiar en el trabajo que se está haciendo en Bolívar.

Adorni habló de tierras “sub utilizadas”, y las del INTA Bolívar (Campo Barnetche) son permanentemente usadas para realizar ensayos y tareas con fines investigativos, con lo cual no deberían caer bajo ese adjetivo. Además de que en esas tierras se realizan de manera habitual capacitaciones y jornadas interinstitucionales, como la que recientemente se desarrolló junto a Aapresid.

En cuanto al personal, actualmente hay cuatro empleados de planta permanente y un becario.

Es importante recordar que la Agencia de Extensión Rural Bolívar depende la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino, que a su vez forma parte del Centro Regional Buenos Aires Norte. Sobre ellos toma decisiones la Dirección Nacional, que depende del Consejo Directivo Nacional, que son quienes llevaron adelante la votación de este viernes.

Por todo esto es que es difícil dimensionar el impacto que pudiese tener la medida anunciada por Adorni, pero lo que sí queda claro es que, si al momento de determinar cuáles Agencia deberían seguir trabajando con normalidad se hace un análisis minucioso de las tareas que se están desarrollando, el INTA Bolívar no debería correr peligro alguno.

No obstante, como suele ocurrir en algunos casos, en que las decisiones políticas no siempre van de la mano con el sentido común o lo evidente, en la Agencia local hay tanta confianza como incertidumbre.

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