¿CUÁL ES EL PANORAMA DEL FÚTBOL FEMENINO LOCAL PARA ESTE AÑO?
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Foto: Joaquín Latreite
La Primera División Femenina de la Liga Deportiva de Bolívar irá en este 2025 por su quinta temporada consecutiva de competencias. Pero, cómo cada año, un manto de incertidumbre se posa sobre la actividad, con clubes que dejan de jugar y torneos que no van de la mano con la Primera Masculina. Analizaremos la cuestión basándonos en dos aspectos, el deportivo y el organizativo.
DESDE LO DEPORTIVO, TODO SIGUE IGUAL
En realidad, no exactamente igual, porque, acordes a las novedades de esta semana, habrá un enroque de equipos deroenses.
Bancario confirmó que no presentará equipo. “Aducen falta de ingresos y elevados costos para afrontar el campeonato, sumado al éxodo de futbolistas de la institución y la poca cantidad de chicas en el plantel para poder afrontar el torneo liguista”, señala el sitio web Bolívar Futbolero.
En la vereda de enfrente, Bull Dog, probablemente capitalizando esas jugadoras que ya no vestirán de verde, anunció que volverá a la competencia que supo verlo campeón allá por 2021. “Sabiendo que varias jugadoras que estaban a préstamo en otros clubes pueden volver a ponerse la casaca de las ‘perras deroenses’, la institución decidió regresar. Parte del plantel comienza con la pretemporada estos días, a través de César Mattioli, el preparador físico, aguardando por quién será el Director Técnico y quiénes conformarán el equipo completo”, publicó también BF.
Mientras tanto, en Bolívar empezaron los entrenamientos, en Independiente, Empleados, Casariego y Balonpié. Lo mismo ocurre con Defensores de Guglieri en Daireaux.
Ante este panorama, serían nuevamente 6 los equipos participantes del campeonato, con Bull Dog por Bancario como única novedad. Atlético Urdampilleta, que ya venía sin jugar, dio inicio a una escuelita para jugadoras menores de edad, a fin de fortalecer el proyecto desde las bases.
DESDE LO ORGANIZATIVO, ¿TODO SIGUE IGUAL?
Lo primero que se debe decir es que aún no se sabe cómo se jugará el campeonato, porque hay dos opciones. Una posibilidad es que se juegue siguiendo el fixture de las divisiones inferiores, quizás con Guglieri (que no tiene cancha) siguiendo a Atlético Urdampilleta o Bancario (que no tienen 1ª Femenina). La otra chance es que se jueguen los 3 partidos de cada fecha en una misma cancha.
Ambas opciones ya fueron experimentadas, con pros y contras. En caso de seguir a las Inferiores, las jornadas se hacen muy extensas (sobre todo en invierno, cuando el día es más corto), pero los equipos juegan más veces de local. En caso de nuclear la fecha completa en una cancha, hay mayor autonomía organizativa, pero cada equipo jugaría en su cancha sólo una vez por rueda.
Sin embargo, el trasfondo es lo importante. El fútbol femenino no ha logrado potenciarse en estos 5 años. No nacieron nuevos equipos, no surgió ningún torneo formal para alguna categoría Sub 14, que contenga y dé competencia a las niñas que aún no pueden jugar en Primera, nunca se pudo afianzar la Selección Femenina y, salvo alguna escasa y honrosa excepción, en ningún club surgió una “subcomisión” que se dedique exclusivamente al futbol femenino.
Las chicas siguen supeditadas a las voluntades de clubes, que, en casi todos o todos los casos, tienen comisiones directivas compuestas por mayoría de hombres, que, en casi todos o todos los casos, ven a la rama femenina como una molestia o, como mínimo, como algo que no genera beneficios. Claro que eso nadie lo va a decir abiertamente o en una nota, pero es la “verdad de la milanesa” y todos quienes circundamos el ambiente futbolero lo sabemos.
De cualquier modo, la responsabilidad no es sólo de esos hombres. Así como el fútbol masculino, incluso en estas esferas locales y tal vez minúsculas, ha ido profesionalizándose, con clubes que entrenan varias veces por semana o todos los días, quizás es momento de que las chicas tomen también ese rumbo. Es que otra de las críticas que se escuchan por lo bajo y rara vez abiertamente, es que las mujeres entrenan poco y que juegan demasiados turnos o torneos informales, incluso durante el desarrollo de los torneos liguistas.
Si las chicas deciden continuar mejorando y trabajando para sostener esa liga que tanto reclamo les costó para conseguirla, habrá futuro para el fútbol femenino. Si se relajan en lo ya conseguido, difícilmente se pueda prolongar mucho más en el tiempo. Luces de alerta se vienen encendiendo hace un par de años, pero a veces no hay peor ciego que el que no quiere ver.