CÓMO SE GESTÓ LA REGULARIZACIÓN DOMINIAL: HOY 40 FAMILIAS DE VILLA DIAMANTE FIRMARON LA PRIMERA ESCRITURA DE SU CASA

Este martes, más de 40 familias del barrio Villa Diamante vivieron un momento inolvidable al firmar sus títulos de propiedad en el marco del programa provincial Mi Escritura, Mi Casa. En un acto colmado de emoción, también se formalizó la incorporación de vecinos y vecinas al régimen de Protección de la Vivienda, marcando así un paso decisivo hacia la seguridad jurídica y el arraigo definitivo.

La jornada, que tuvo lugar en Bolívar, contó con la presencia del intendente Marcos Pisano, el senador Eduardo “Bali” Bucca, el secretario de Gobierno Marcos Beorlegui, autoridades municipales y representantes de la Escribanía General de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, entre ellos la escribana Mariana Sánchez y Paulo Díaz.

“Gracias por la paciencia a cada vecino del barrio. Fueron muchos los pasos que tuvimos que dar hasta que en 2022 pudimos caratular el expediente y avanzar junto al Gobierno de la Provincia. Cada vecino tiene su historia, y muchas veces escuchamos hablar de seguridad jurídica, pero hasta 2011 no existía la decisión política para que eso ocurriera. Eso cambió cuando Bali creó la oficina de regularización y nosotros la potenciamos desde entonces”, expresó el intendente Pisano.

El senador Bucca, impulsor del programa durante su gestión como intendente, agradeció “al equipo de trabajadores municipales que hicieron el trabajo de campo” y destacó el compromiso del actual jefe comunal: “En Bolívar más de 2000 familias que por muchos años esperaron esta seguridad hoy ya la tienen”.

Una historia de décadas y un trabajo silencioso

Villa Diamante tiene una historia particular. En 1952, Juan Arturo Bertón adquirió 40 hectáreas lindantes con las vías del ferrocarril, en la zona este de Bolívar. Al año siguiente, fraccionó los terrenos en 16 manzanas y los puso a la venta. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchos compradores no pudieron acceder a escrituras formales y, tras la muerte del propietario sin herederos ni sucesión, la situación jurídica quedó estancada.

“Villa Diamante es un caso excepcional porque no fue un barrio construido por el Estado. La historia es distinta, nos decían que no se podía, pero esos vecinos confiaron en nosotros y pudimos. El privado no iba a poder resolver esto. Es la gestión municipal la que asumió la responsabilidad de garantizar el orden jurídico de cada familia”, afirmó Pisano.

La solución: una herramienta legal poco explorada

En diálogo con QUÉ PASA EN BOLÍVAR, el secretario de Gobierno, Marcos Beorlegui, repasó los orígenes de la regularización: “En 2011, al asumir Bali la intendencia, había un problema enorme en la Dirección de Legales. Muchos vecinos reclamaban por los terrenos de Bertón, pero no había herederos, y obtener la propiedad por vía judicial era un proceso caro e inaccesible”.

La solución vino de la mano de un mecanismo legal poco conocido: el procedimiento administrativo de prescripción administrativa. “Esto permitió que el municipio tome el dominio del macizo, y luego, tras acreditar la posesión de cada familia, se donen los lotes en articulación con la Provincia”, explicó Beorlegui. Y añadió: “Esto viene a suplir una gran deuda que teníamos con los vecinos de ese sector”.

Milagros Croce, una de las artífices del proceso, detalló los pasos:

“Primero se hizo un relevamiento parcelario, se identificó quién vivía dónde, y si efectivamente los inmuebles estaban a nombre de Bertón. Luego, en cada caso, se trabajó para determinar qué vínculo legal justificaba la ocupación: boletos de compraventa, cesiones irregulares, herencias sin sucesión”, explicó.

Como alternativa al usucapión —figura judicial más costosa— se aprobó una ordenanza municipal para aceptar los terrenos como propiedad del Estado local. Después, mediante donación, fueron devueltos a los ocupantes con pleno respaldo jurídico. “Fue mucho trabajo de territorio y oficina, con acompañamiento de trabajadoras sociales y coordinación con la Escribanía General de Gobierno. Muy pocos municipios han encarado algo así”, señaló Croce.

Una experiencia replicable

Aunque no existen en Bolívar muchos otros casos con las mismas características, las autoridades destacaron que esta experiencia sienta un precedente. “Si no hubiera habido decisión política, esto quedaba en buena voluntad. Pero cuando hay decisión de resolver el problema de los vecinos, todo es más fácil”, concluyó Beorlegui.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *