CÓMO ESCURREN LAS AGUAS POR BOLÍVAR: EL ANÁLISIS DE LUCIANO CARBALLO LAVEGLIA

Luego del temporal de la semana pasada, que provocó serios daños en diversos puntos de la Provincia y que dejó mucha agua en el oeste bonaerense, QUÉ PASA EN BOLÍVAR conversó con el arquitecto y concejal Luciano Carballo Laveglia, conocedor de las cuencas y las obras hidráulicas de esta región, acerca del impacto que podría tener en nuestro distrito esos millones de litros de agua que vienen bajando desde el oeste.

Carballo aseguró que en Bolívar el temporal no impactó de lleno “porque tuvimos la suerte de que no llovieran 350 milímetros de golpe”, y, en la comparación con Bahía Blanca, explicó que la ciudad portuaria “tiene dos arroyos importantes que se desbordan, como si nosotros viviéramos al lado del Vallimanca”, ejemplificó.

También hizo un ejercicio importante, que muchas veces no solemos calcular: cada milímetro de agua es un litro por metro cuadrado, pero para entender bien el por qué de las inundaciones o las acumulaciones de agua, hay que tener en cuenta que hay muchísimos metros cuadrados que no absorben ni contienen el agua, sino que las derivan, como por ejemplo los techos de los inmuebles.

En ese aspecto, resaltó que en Bolívar se han perdido algunos humedales, lugares abiertos que hacían las veces de reservorios de agua y que hoy han sido rellenados o incluso están edificados, y citó tres casos, uno en la zona de Barrio Los Tilos, Los Troncos y Jardín, y otros dos cerca de Villa Diamante.

Ante la pregunta de cómo podría inundarse Bolívar, Carballo opinó que sólo podría ocurrir por mucha agua de lluvia en un período breve que no dé tiempo al escurrimiento. “Bolívar puede recibir agua del Vallimanca, porque el Arroyo está más alto; nosotros tuvimos unas inundaciones muy grandes en el año 99-2000 y tomamos todas las precauciones que se tomaron en el ’85, consultamos a Alfredo Carretero, a Antonio Pisano que había sido funcionario de Reina, a todos los que anduvieron en ese momento, e hicimos todos los tajamares, y el agua llegó hasta la Granja Modelo y no mucho más”, rememoró y afirmó que “después de los puentes que se hicieron en el Vallimanca es muy difícil que Bolívar se inunde por agua que viene corriendo aguas arriba”.

Apoyado en tres planos preparados para esta temática, Carballo detalló cómo escurren las aguas de la cuenca del Vallimanca, aunque reparó en las obras hidráulicas que se hicieron en distritos ubicados al oeste del Partido de Bolívar, obras que, según afirmó el concejal, Bolívar no pudo defender por no concurrir a los comités de cuenca.

Explicó que, originalmente, el agua empezaba a bajar de la Laguna Alsina hacia Bolívar, por El Tordillo, Laguna de Juancho y Pay Lauquén hasta llegar al Vallimanca. “De la Laguna Alsina para atrás, es la famosa cuenca cerrada de Las Encadenadas, donde el agua no va al mar, sino que cae desde la Laguna Cochicó a la Laguna del Monte, la Laguna del Venado hasta el Lago Epecuén”, detalló.

Sin embargo, una clave fue la construcción del Canal Ameghino, que se hizo en los ’70 para garantizar agua en el polo turístico que era Epecuén, trayendo todo el desagüe de las sierras. Más adelante en el tiempo, para evitar que siga yendo agua para el lado de un Epecuén ya desaparecido se realizó el Partidor Piñeyro, para generar que el agua de esa zona serrana desemboque en la Laguna de Juancho y de ahí prosiga recorrido hacia el Vallimanca.

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