BULL DOG SE QUEDÓ CON UNA GRAN FINAL Y GANÓ EL TORNEO CLAUSURA DE LA LIGA

Después de más de 180 minutos muy emotivos, entre la ida (que habían igualado 2 a 2) y la vuelta jugada ayer, Bull Dog derrotó 4-3 en el global a Balonpié, se tomó revancha de lo ocurrido en el Torneo Apertura y alzó el trofeo mayor en el último campeonato liguista del año. En el 2 a 1 de este domingo, Martín Di Paula y Lucas Vides anotaron los goles del campeón, mientras que Víctor Antón en contra había puesto el empate transitorio para Balonpié.

Con un gran marco de público, el estadio del Club Atlético Bull Dog tuvo el marco necesario para una gran final entre los dos mejores equipos de la temporada. Desde un par de horas antes del encuentro, ya comenzaron a llegar los hinchas de ambas parcialidades para conseguir lugar y colgar banderas. Apenas unos minutos después de las 16, el árbitro Alfredo Espíndola dio la orden y la pelota echó a rodar.

Pegó primero Bull Dog, a los 11 minutos, cuando un desborde por la derecha encontró en el área a Alex Benítez, que, estando frente al arco, tuvo la lucidez para ubicar a Martín Di Paula entrando por el medio absolutamente solo. El reemplazante del ausente Marcos Cabañas la empujó al gol y desató la locura de los locales.

Sin embargo, 20 minutos después, un córner cerrado muy bien ejecutado por Agustín Panaro provocó que el arquero Víctor Antón, que pareció haberse confiado demasiado al ir a buscarlo con una sola mano, se metiera con pelota y todo dentro del arco. Por tercera vez en la serie (dos veces anteriores en el partido de ida), Balonpié se metía en partido y todo era incertidumbre.

El primer tiempo se fue empatado, pero empezaban a sobrevolar los fantasmas de la final perdida por Bull Dog en el Apertura y de la dinámica de Balonpié en los segundos períodos y la capacidad de remontar situaciones de los jugadores de Maxwell. No obstante, a los 6 minutos del complemento surgió la figura de un jugador distinto: Juan Sena filtró un pase digno de Messi a Molina contra Holanda en Qatar, Vides leyó muy bien la jugada y al llegar a la pelota sacó un derechazo inatajable para López.

No iba a cesar el sufrimiento para el “Perro” ni siquiera con una nueva ventaja, porque a los 24 minutos, tras una infracción en el área, Espíndola no dudó en sancionar penal. Ejecutó Joaquín Galván, pero Antón, que un rato antes era villano, se convirtió en héroe, voló contra su palo izquierdo y desvió la pelota al córner.

De allí hasta el final, Bull Dog manejó los tiempos del partido, lo enfrió, hizo tiempo en reiteradas ocasiones, hizo uso de todas las mañas habituales en el fútbol, jugó con la impaciencia de Balonpié y se encaminó al tan ansiado campeonato. Espíndola pitó el final de la historia y la emoción y la alegría se apoderaron de jugadores e hinchas del “sangre y oro”. Después de más de 20 años, un equipo deroense conquistó la Liga de Bolívar, y lo hizo de forma muy merecida.

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