LA AGRIMENSURA: UNA PROFESIÓN CLAVE QUE CELEBRA SU DÍA CADA 23 DE ABRIL

Cada 23 de abril se celebra en Argentina el Día de la Agrimensura, fecha elegida en conmemoración de la creación del Departamento de Agrimensura en 1824 dentro de la Universidad de Buenos Aires. Este hito marcó el inicio de la enseñanza formal de una disciplina fundamental para el ordenamiento territorial y la seguridad jurídica del derecho a la propiedad.

En el marco de esta conmemoración, dialogamos con el ingeniero agrimensor Lucas Palacios, egresado de la Universidad Nacional de La Plata y matriculado en el Colegio de Agrimensores de la Provincia de Buenos Aires. Desde su estudio ubicado en Arenales 91, casi esquina Alsina, Palacios reflexionó sobre la importancia de la profesión, su experiencia personal y los desafíos del presente.

Contó que llegó a la agrimensura casi por casualidad, en un momento de incertidumbre vocacional. “Terminé la secundaria sin saber qué carrera seguir. Vi que en la Universidad de La Plata estaba la carrera de Agrimensura, y cuando le pregunté a mi papá, que había hecho trabajos de topografía, me contó de qué se trataba. Me interesó, empecé a cursar, y ahí me atrapó”, relató.

Desde que se recibió en 2012 y comenzó a ejercer en 2013, Palacios ha visto transformarse radicalmente el trabajo gracias a la tecnología. “Hoy puedo hacer trabajos de campo solo, con equipos de alta precisión como GPS, que antes no existían o eran muy costosos. También los programas de gabinete evolucionaron mucho y eso permite trabajar con mayor eficiencia y precisión”, explicó.

El ingeniero destacó que si bien la agrimensura no es una profesión muy difundida, su demanda es creciente, en parte porque interviene en muchas operaciones inmobiliarias. “Muchas veces, las personas recién se enteran de la existencia del agrimensor cuando quieren vender un terreno y no tienen planos actualizados, o cuando hay conflictos de límites. Y ahí descubrís lo esencial que es nuestra intervención”, señaló.

En cuanto al panorama actual, consideró que 2025 se perfila como un año moderadamente positivo para el sector. “Hay menos movimiento que otros años en subdivisiones y propiedad horizontal, pero la obra civil y los trabajos vinculados al agro siguen activos. No tenemos un exceso de trabajo, pero tampoco se ha detenido”, sostuvo.

Además, destacó la buena interacción con otros profesionales, como escribanos, arquitectos y abogados, con quienes suelen compartir tareas. “Tratamos de brindar respuestas claras y acompañar procesos que, para la mayoría de las personas, son complicados”, remarcó.

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