LA COMPUERTA DE LAGUNA SAN LUIS DIVIDIÓ LAS AGUAS EN LA ASAMBLEA DE PRODUCTORES AGROPECUARIOS

Con el salón “Las Marcas” colmado y más de 300 personas presentes, la Asamblea de Productores Agropecuarios realizada anoche en la Sociedad Rural se convirtió en un encendido espacio de debate. Uno de los ejes de la discusión fue el impacto de la compuerta de la Laguna San Luis en el escurrimiento del agua del Arroyo Vallimanca.
El primero en tomar la palabra fue Norberto López, ex presidente de la Cuenca del Vallimanca, quien no ahorró críticas hacia el manejo hídrico y la falta de acompañamiento a sus gestiones. “Peleé contra el intendente, contra el gobierno de la provincia, contra el Club de Pesca… algunos primero me acompañaron y después no me acompañaron más”, expresó con tono firme.
López cuestionó el accionar de autoridades y organismos técnicos, asegurando que lo que se instaló en la zona de la laguna “no fue aprobado por Hidráulica, sino por la Universidad de Tres de Febrero” y que hoy las compuertas permanecen cerradas, generando un “tapón” que afecta tanto a Bolívar como a Saladillo. “El juez de Azul dijo que esto es un problema político, arreglado entre el gobernador y el intendente de Bolívar”, agregó, y reclamó mayor involucramiento de las instituciones locales.
En la otra vereda se ubicó Miguel Groba, productor y miembro del Club de Pesca “Las Acollaradas”, quien defendió la instalación de la compuerta. “Estuvimos 20 años sin laguna y hubo tres o cuatro inundaciones. Cuando llueve, la laguna no existe. Las compuertas están todas abiertas, lo que hay que buscar son soluciones para que el agua escurra más rápido, porque los fenómenos vienen cada vez con más lluvia y más problemas”, planteó.
Desde la zona del Puente “La Galera”, Pedro Alfonso ofreció un contrapunto tajante: “Yo tengo 70 años, me crié ahí, y la laguna siempre pasó en 120 metros, y ahora no está pasando y no están todos los tubos destapados; y si a eso le llaman compuerta, yo no entiendo más nada”.
La asamblea dejó al descubierto un desacuerdo profundo entre productores que le adjudican a la compuerta un impacto en la fluidez en el escurrimiento de las aguas y quienes no solo consideran que no influye en ese aspecto sino que además defienden la función ambiental y recreativa de la laguna. Mientras tanto, la incertidumbre hídrica sigue creciendo en una región que ya siente el peso de las lluvias y la falta de soluciones estructurales.