GUAMINÍ SE JACTÓ DEL DESVÍO DEL AGUA, QUE AHORA VIENE PARA DAIREAUX Y BOLÍVAR

Las mediciones en el Arroyo Vallimanca, después de que el lunes dieran 1,95 metros de profundidad, el martes 2,10 y ayer miércoles llegaran a 2,63 en horas de la noche, este jueves amaneció con 2,70 metros y el desborde de las aguas ya llega hasta el kilómetro 386 de la Ruta 226, lo que equivale a decir que está a poco más de 10 kilómetros del comienzo de la zona de quintas de la ciudad cabecera.

Si bien corresponde decir que parece no correr riesgo de inundación el casco urbano, es cada vez más la zona rural que sufre el avance del agua y los Bomberos ayer debieron acudir nuevamente a realizar movimiento de hacienda para ponerla a resguardo. Lo propio están haciendo decenas de productores, los que aún pueden llegar a sus campos para iniciar el traslado.

Mientras tanto, la Municipalidad de Guaminí emitió ayer un comunicado en el que explica que “debido a las intensas precipitaciones en la región, varias localidades han experimentado anegamientos e inundaciones” y dice que “como respuesta a esta situación, se implementaron diversas medidas para regular el caudal de las lagunas y evitar futuras complicaciones”. Guaminí lo marca livianamente como un logro, sin mencionar el daño que genera la decisión en otros distritos.

Una de esas medidas es clave en el aumento del caudal del Vallimanca. “Una de las acciones más relevantes fue la apertura de la compuerta del Partidor Piñeyro, brazo A° Huáscar, con el objetivo de frenar el ingreso de agua desde el río Sauce Corto hacia la Laguna Alsina y que la misma drene hacia la cuenca del Río Salado. De esta manera, se busca estabilizar la crecida del nivel de Laguna Alsina y, por extensión, del sistema de las lagunas Encadenadas del Oeste. El caudal proveniente de las sierras, actualmente está siendo derivado a la cuenca del Vallimanca a través del arroyo Huáscar en el Partidor Piñeyro y a través del Canal Aliviador, que conecta el norte de la laguna con la Laguna El Tordillo, ubicada en el distrito de Daireaux, lo que permite una mejor evacuación del excedente hídrico”, señala la publicación.

Agua que, por declive natural, debería ir para la zona de Las Encadenadas, por decisión política está corriendo hacía el este, generando que el nivel del Arroyo Vallimanca continúe subiendo. Más claro, echale agua, o mejor no, no echen más agua.

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