DEL DAÑO ANÓMINO Y CRUEL, AL ACTO SOLIDARIO DE SUS COMPAÑEROS

Hace un par de días, Soledad Sardón, bombera voluntaria, publicaba en sus redes el extravío del celular de su compañero Maximiliano Gorla, quien lo había perdido en una salida a un siniestro. Se trataba de un “Celular A 10, funda rosa con la pantalla astillada”. La publicación fue compartida por casi 400 personas.
Ayer, con una tristeza que se dejaba leer entre cada palabra, Gorla, quien también es constructor y árbitro de fútbol, expresaba: “No lo dimos de baja enseguida por qué creí que lo íbamos a recuperar, pero no fue así y no sólo que no lo devolvieron, sino que también bloquearon la cuentas de Gmail, borraron todo tipo de datos, borraron recuerdos… no sé con qué necesidad, si el teléfono realmente no valía nada, lo que tenía valor era todo lo que tenía en él”.
“No todos piensan de la misma forma, que si no es tuyo buscás el dueño y se lo devolvés, seguro alguien lo está necesitando, o buscando”, se lamentó.
Y a continuación contó: “ayer, al ir al cuartel de Bomberos, me encuentro con la sorpresa de que los compañeros del Cuerpo Activo, sumado al Consejo Directivo y también con gente externa a Bomberos, hicieron una colecta y entre todos realizaron la compra de un celular nuevo. Estoy totalmente agradecido, lo que mis compañeros hicieron es de lo que se trata, dar una mano a quien la necesite”. “Sentí que muchísima quería que apareciera”, finalizó.