BOMBEROS DE BOLÍVAR RELATARON EL DURO COMBATE CONTRA EL INCENDIO EN EL BASURAL

Maximiliano Gorla, Franco Rojas y Alberto Taborda, bomberos que encabezaron el operativo en el basural, conversaron con Qué Pasa en Bolívar e hicieron un repaso de estos días de trabajo. “Pasó todo el personal del cuartel. No hubo día que trabajáramos menos de 10 horas. Íbamos cinco o seis y después mandaban otros para hacer relevo”, explicaron, a la vez que resaltaron las horas laborales que debieron ausentarse para ayudar en el operativo. “Nos ayudó el agua de anoche”, reconocieron.

“Trabajamos bien y mucho. Arrancamos con una llamada de la guardia el miércoles a la tarde y ya tuvimos que empezar a ver qué estaba en peligro. Fuimos buscando cómo llegar, siempre lo que hacemos es patearlo, caminarlo para ver por dónde podemos entrar. Ya viéndolo sabíamos que iba a llevar varios días, porque es mucha la basura que estaba contenida ahí. Todo depende del viento, si se corre tenemos un problema”, explicó Taborda.

Los bomberos describieron la complejidad del fuego: “Todo lo que es un contenedor, un aerosol, toma temperatura, infla y explota. Está todo mezclado: cartón, plástico, botella, vidrio, fierro, madera, caucho, cubiertas”. Gorla recordó que “tuvimos una rotura de una rueda trasera de la camioneta, se reparó enseguida porque era el medio con que íbamos y veníamos todo el tiempo. Los costos son altísimos”. Sobre las posibles causas, señalaron: “La botella es como una lupa. Con el sol y el calor se puede generar el incendio. Aunque se prenda un cartoncito suficiente, va corriendo y el viento ayuda. Todo el material que está ahí es combustible. Hay muchas cosas: gente que va a reciclar, un pucho, una colilla”.

La preocupación vecinal fue constante. “El teléfono estuvo continuamente sonando. La gente más afectada era la del lado donde iba el humo, que empezó a cambiar hacia el pueblo. A veces había llamaradas impresionantes que asustan, y humo negro, por las cubiertas, los caños”, detalló Rojas. “La gente llamó constantemente. Les pedimos disculpas, más a la gente de la zona que fue afectada mucho por el humo. Llegaba un momento que no podíamos hacer nada. El acceso es imposible aún caminando. Es difícil apagar un incendio en un montón de basura. De noche tratamos de evitarlo porque hay fosas abiertas”, añadieron.

Los riesgos fueron múltiples: “No solamente pasa por la ruptura de lo material, sino la importancia de la salud de los bomberos. Tenés caídas, pinchaduras con fierro, con vidrio. Por eso muchas veces no podíamos dar respuestas concretas a los llamados, porque estábamos trabajando en un lugar y era momento a momento con el viento”. La ayuda de maquinaria fue clave: “Las máquinas nos dieron una mano, al principio no había, después aparecieron para abrirnos camino y poder hacer algún cortafuego. Hay desde pasto al material que se te ocurra en el suelo, porque es el único lugar donde va toda la basura de la ciudad. Es muchísimo lo que se quema”.

Los bomberos remarcaron que “nosotros en realidad miedo no tuvimos, sino preocupación. Siempre se estuvo trabajando haciéndole contrafuegos, que para el que lo ve de afuera parece que se está incendiando más. Se le hace una brecha llegando a un sector donde decimos hasta acá va a llegar y acá va a bajar. Al prenderse llama más grande, el que está mirando piensa que se está quemando más, pero es un trabajo que hacemos para que cuando llegue el fuego se encuentre con que no hay nada de combustible y ahí se aplaca”. También destacaron la presencia de Defensa Civil y el municipio: “Hicieron mucho trabajo en la ruta por el tema de la bajada del humo”.

Finalmente, dejaron un mensaje a la comunidad: “Por ahí la gente desconoce, pero hay que ser ordenado al momento de tirar la basura. Que sea consciente dónde tira, porque puede iniciarse en un sector y después tenemos un incendio generalizado. El humo puede ser tóxico, es un riesgo a la salud terrible. Nosotros tenemos equipo autónomo que lo usamos ese día, siempre tratamos de cuidarnos las vías respiratorias. Hay cosas que se pueden evitar siendo más ordenados. Ojalá que con la lluvia de ayer haya quedado un poco atrás la cuestión y que no se repita en el verano”.

“Que la comunidad tenga un buen año, que sean conscientes que vienen las fiestas. Esperemos tener una Navidad y un fin de año tranquilo y que no pase nada. Y si pasa alguna desgracia, vamos a estar ahí para dar una mano”, concluyeron.

Deja un comentario