2 DE MAYO: DÍA MUNDIAL CONTRA EL ACOSO ESCOLAR

Cada 2 de mayo se conmemora el Día Mundial Contra el Acoso Escolar, también conocido como “bullying”, una forma de violencia que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. La iniciativa de instaurar esta fecha en el calendario surgió de la ONG Bullying Sin Fronteras y fue aprobada por la UNESCO en 2013, con posterior aval del Senado argentino. Desde la organización advierten que el bullying “es un enemigo silencioso que se nutre de tres venenos: la soledad, la tristeza y el miedo”.

¿QUÉ ES EL ACOSO ESCOLAR?

El Instituto 27 difundió la efeméride en sus redes sociales.

Según UNICEF, el bullying es una forma de violencia y discriminación sistemática entre estudiantes, basada en características personales como orientación sexual, identidad de género, nacionalidad, etnia, situación migratoria, condición de salud o discapacidad, religión, creencias, entre otras. Se manifiesta a través de agresiones físicas, verbales, psicológicas o sociales que se repiten en el tiempo.

Un informe de UNICEF Argentina revela que 3 de cada 10 niños, niñas y adolescentes sufren acoso escolar, y que 7 de cada 10 han presenciado situaciones de violencia en los entornos educativos. Esta problemática impacta de manera directa en el rendimiento académico y en la salud emocional de quienes la padecen, con consecuencias que pueden extenderse en el tiempo e incluso llevar al abandono escolar.

DETECTAR LAS SEÑALES Y ACTUAR

Frente a esta realidad, especialistas y organismos internacionales coinciden en la necesidad de detectar señales de alerta: tristeza persistente, miedo a ir a la escuela, aislamiento, alteraciones del sueño o la alimentación, bajo rendimiento, autolesiones, entre otras.

También es fundamental que las familias y docentes estén atentos no solo a las víctimas, sino también a quienes agreden o actúan como testigos silenciosos. “El respeto, la escucha activa y la acción preventiva deben ser el primer paso”, sostienen desde Bullying Sin Fronteras.

ERRORES COMUNES DE LOS ADULTOS

Tres actitudes frecuentes de los adultos pueden agravar el problema:

  • Micromachismos, con frases como “parece una nena” o “tenés que hacerte hombre”.
  • Adultocentrismo, que minimiza el sufrimiento infantil con expresiones como “son cosas de chicos” o “no les des importancia”.
  • Falta de corresponsabilidad, cuando se ignora el rol de quienes alientan, graban o simplemente observan sin intervenir.

Además, se alerta sobre la falsa creencia de que el bullying es solo físico. En muchos casos, la violencia emocional y psicológica es constante pero invisible, hasta que explota en lo que se denomina “estallido”.

LA PREVENCIÓN ES TAREA DE TODOS

Abordar esta problemática requiere un enfoque integral que contemple tanto a las víctimas como a quienes ejercen la violencia. Brindar contención, asistencia psicológica y construir entornos seguros son claves para prevenir y frenar el acoso escolar.

Por último, los expertos remarcan que la violencia expresada o legitimada por figuras públicas socava los esfuerzos de las instituciones educativas por fomentar la empatía y el respeto. La lucha contra el bullying es una responsabilidad compartida y urgente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *